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sábado, 16 de marzo de 2024

Dónde quedó Ítaca

 

Yo, y todas las mujeres que me habitan,

no han sido suficientes

para hacer que me quedara a tu lado.

Mientras una te buscaba,

la otra te huía.

Mientras una necesitaba meditarte,

la otra, ya lo tenía todo pensado.


Sé que me miras al otro lado del espejo,

y quizás me llores como nunca supiste.

Hoy, yo soy aquella Penélope que se

desteje ante las lágrimas de Ulises,

y conserva aún la llama de la inmensa

                                                          inteligencia del deseo.


amantes amor




 

lunes, 12 de febrero de 2024

Entrevista en la radio

  ¿Qué te equilibra y qué te desquicia?

Me equilibra la soledad, escribir y nadar. Me desquicia la falta de respeto y la estupidez.

 ¿Ser asturiana te ha marcado?

Por supuesto. Amo mi tierra, y aunque este lejos siempre vuelvo a ella, me llena el corazón de paz. La disfruto muchísimo.

 ¿Recargada o minimalista?

Minimalista, sin duda.

¿Tienes problemas por ser mujer?

Absolutamente ninguno. Fíjate, yo pienso que el sexo femenino es un ser privilegiado. Lo único es que nunca nos lo han puesto nada fácil.

 ¿Has querido abandonar?

Sí, pero nunca lo hago. Porque sé que haga lo que haga me arrepentiré.

 ¿Qué camino te llevó a ser escritora?

El amor a las letras, a la palabra, y a un hombre.

 ¿Tus sueños son literarios?

Casi siempre, porque, aunque no lo sean, yo los convierto dentro del sueño.

 ¿Por dónde comienzas a escribir?

Por un recuerdo la mayor parte de las veces, por algo que oigo o me cuentan, por una imagen… Creo que casi por cualquier cosa.

¿Cómo superas los atascos creativos?

Simplemente los dejo fluir. Realmente me duran lo que yo me permito.

 Cinco escritores o escritoras

 Bashō, Caballero Bonald, Rosalía de Castro, Gabo, Casariego, José Hierro...

 ¿Qué piensas cuando escuchas:

Cambio climático: está ahí desde siempre, no es algo nuevo.

Bashō: Instante.

Mar Cantábrico: naturaleza salvaje, libertad.

Pandemia: ¿siguiente pregunta?

 ¿Fuiste una niña pija?

Me decían que sí, pero realmente lo ignoro. Siempre fui muy presumida, eso sí.

¿A qué hora escribes?

Me gusta escribir cuando todo está en calma, quizá mi momento preferido sean las cinco o seis de la mañana.

 ¿Lees a tus coetáneos?

Sí, por supuesto. No sé puede ignorar el contexto. Somos un colectivo.

 ¿Tienes largos lapsos de silencio?

Uf, el silencio me atrapa siempre, pero no, no muy largos.

 ¿Qué opinas de los encuentros de escritores?

Hace mucho que no tengo, pero me encantan; date cuenta de que compartimos muchas cosas. Son momentos especiales, sin duda.

 ¿Y de los premios?

Pues son un orgullo, porque ves que tu trabajo se valora y eso te motiva a seguir.

¿Eres de carne asada o ya te domesticaste?

Creo que aún no ha nacido nadie que me domestique. Soy rebelde por naturaleza, así que, sí, carne asada y si es al fuego mejor. Toca los domingos, ja, ja, ja.

 ¿Qué música escuchas?

Depende del momento. Si siento nostalgia, piano, sobre todo de Richard Clayderman. Me encanta Romeo Santos, y esa cara de travieso que tiene. De él escuchaba antes mucho La diabla y Propuesta indecente, pero también música de los 80, muchísimo.

 ¿Qué obra te hubiera gustado escribir?

Hay muchas que admiro, si me voy a poesía Esto es amor de Lope de Vega, en novela, quizás, Cien años de Soledad de Márquez.

¿Qué es para ti el amor?

El amor para mí es el todo, desde donde parte lo que tú eres. Primero, amarte sobre todas las cosas y después encontrar a alguien que lo disfrute contigo. El amor con otra persona no sobrevive, si tú no te quieres a ti mismo. Yo he amado apasionadamente, con mucha fuerza. Hay una canción que me identifica bastante, Soy gitana.

viernes, 12 de enero de 2024

ODA A LA POESÍA


Miro hacia atrás. 

Siempre estuviste

 inamovible,

 como una puerta

 abierta al destino. 

Te observo callada,

                                 insinuante, 

en tentadora disidencia. 

Garabatos en plenitud,

 nobleza del papel, 

disciplina

inabordable. 

No sé escapar a tus gritos 

ni a tus susurros.

                            Incapaz. 

Tránsito de poder 

que enciende el porvenir

 expectante de palabras. 

Emerges de improviso. 

                                    Incesante. 

Digna gestación de la literatura,

 réplica de un interrogante

                                            incontenible.

 Hambrienta de manos

 que aprendan a vivir

 en lo errático de sus versos, 

                                              incontestable.


Raquel Fraga