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lunes, 26 de agosto de 2024

Panem et circenses

En esta vida que me han prestado,
muchas ALMAS son de trapo, se van rompiendo a jirones;
y lo peor, no se dejan coser.
Deambulan sin un fin específico regando las aceras
con sus fétidos harapos hilvanados de miseria.
“Pan y circo para el pueblo”
Unos se cruzan con los otros. Al final ni existen, pero
se critican a gritos sin voz: nadie se pregunta nada.
Deambulan pisando la humildad, a patadas con su lastre.
Cargan con sus sacos del miedo, sin apenas espacio.
“Pan y circo para el pueblo”.
Juegan al escondite con la ignorancia y el poder.
No se dan cuenta. No lo ven o no lo quieren ver.
Se dejan atrapar por el manto poderoso
Que les abriga de cuestionarse o siquiera pensar.
Engullen la no verdad en sus panzas apretadas.
“Pan y circo para el pueblo”.
Solo recuerdan la primera ley de Newton
Pasean por los rincones lo que un día fue MENTE
y el CORAZÓN confinado permanece en —inercia—.
La —acción— de los que mandan ya no genera una —reacción—
de igual —intensidad—.
“Pan y circo para el pueblo”.
AMÉN
Derechos reservados

Panem et circense