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jueves, 24 de noviembre de 2016

Biblioteca

Biblioteca afincada en el olvido
Recuerdos de mi niñez
Literatura infanltil
Los Hollister y el reloj de cucu
Sissi emperatriz
Mujercitas
En algunas zonas se vuelve oscura
Dracula
Mágico poder de la brujería
Robin Cook por todas partes
Tratamiento letal
Manual de experimentos para psíquicos
Combinación de oscuridad y alegría
Poetas olvidados en las esquinas
Juan Berhier
Poesía en seis tiempos
rezuma olor a papel viejo
El año sabático
Me regodeo, me pierdo
Por dónde empiezo a leer.

sábado, 29 de octubre de 2016

Pasado

Ya no miro hacia atrás
donde quedó la embestida de mi nombre.
Mientras doy un paso al frente
mi memoria dolida se desboca.
Los trigales se aferran contundentes
sobre la piel que desnuda me habita;
Sin importar nada sigo caminando,
 El pretérito se emborrona en mi boca
y, no miento si digo que no recuerdo…
nada sobre nada es lo que pienso.
Necesito nuevas palabras, nuevos gestos
y un recodo solitario del camino
para abandonar los despojos de una historia
La mía, esa que no recuerdo,
esa que ya no tiene memoria.


jueves, 27 de octubre de 2016

Alma zíngara (Abecedario)



Alegre

adivinadora.

Brillante

bailarina.

Carismática, 

cálida.

Dulce danzarina,

étnica y espontánea 

Frívola, fugaz

Graciosa y gitana

Heroína húngara

Inteligente e intuitiva

Jocosa y juerguista

Libidinosa, libre

Maravillosa mirada

nacida en la noche

Optimista y obstinada

pidiendo la paz

que quiere.

Reflexiva y razonable

solamente en silencio.

Tan taimada…

Única, universal.

Viajera valiente

Zíngara.






Este fue mi primer programa de radio

http://www.ivoox.com/versame-mucho-audios-mp3_rf_11421947_1.htmlPrograma de radio

viernes, 21 de octubre de 2016

Eternamente bella

Dijo que esta vez no fallaría y no lo hizo. Sin embargo el precio que estaba pagando era demasiado alto. Ni un solo vestigio de alegría  asomaba a su cara. Pasaba los días bajo el infierno de la propia condena que él  mismo se había impuesto.
Por qué se engañaba a sí mismo si  sabía perfectamente donde estaba escondido el motivo de su sonrisa, quizá fuese porque también era el pábulo de su desdicha.
No se sentía capaz de calibrar lo que era bueno o malo, sin  embargo un impulso le dictó lo que tenía que hacer.
Bajo al sótano levanto las tablas del suelo y se puso a excavar como un loco. Por fin empezaba a asomarse una mano que en su momento pareció pedir auxilio.  Poco a poco fue despejando la tierra hasta que vio su  rostro, que aún sin vida seguía siendo eternamente bello.
La subió a su alcoba, sentándola frente al tocador donde solía cepillarse el pelo cada noche.
—Péinate, querida —Le dijo —Mientras iré a arreglar el desaguisado del sótano. 
Volvió a bajar las escaleras y trató de rellenar el hueco echando la tierra en su sitio, otra mano asomaba tímidamente. Una mirada de odio se dibujó en su cara.
—Maldito seas — gritó —Ahora ella es mía, ni tú ni nadie podrá arrebatármela ya.
 Colocó las tablas  en su sitio y barrió un poco por encima.
—Enseguida subo, mi vida. Hoy estamos de celebración.
Cogió una botella de vino para la ocasión y subió rápido a su encuentro. Se asomó al espejo del tocador y comprobó que por fin su mirada irradiaba felicidad. Solamente había un problema, ella seguía teniendo aquel rostro hermoso pero impasible. Bueno, ya se le ocurriría algo.

Aitana Sánchez
 Derechos reservados

 

miércoles, 19 de octubre de 2016

HIPOCRESÍA DE AMOR


Lujuria de tu cuerpo;
mi pasión y desenfreno.
No puedo obviarla,
sin querer me aferro.
Hago y deshago…
tus caricias de infierno
me envuelven en locura,
transitan por mis miedos
arrastrándome al averno.
Me disculpo ante el amor,
únicamente es deseo.
¡Qué me castigue la moralidad!
No voy a implorar perdón,
reincidiré en el lecho,
porque eso me da la vida
aunque no esté en el manual,
de lo que llamamos correcto.
Ahora ven, destapa mis ansias
y, si te hace sentir mejor,
finjamos que nos queremos.


martes, 18 de octubre de 2016

Tuya



Cuando frente a mi te tengo
 y tu cuerpo se va acercando
detengo el tiempo
en ese  susurro  de tus labios.
Y nunca nada se compara
a esos momentos de calma
de excitación, de ganas…
La sensualidad de tu mirada,
de tus ojos firmes que se clavan;
de mi boca gritando en silencio
 poseída por el roce de tu aliento.
De la excitación que nos apresa
 conteniendo el momento
de nuestras ansias.
Y no hay nada mejor que amarte,
  mirarte, desearte, besarte…
Atrapada en esos instantes
 que delatan el silencio cobarde.
Y sin palabras me tienes a tu alcance,

Tuya, sin más camino que amarte.











Campo de amapolas


Dime


Casa Maribona