Cuando frente a mi te tengo
y tu cuerpo se va acercando
detengo el tiempo
en ese susurro de tus labios.
Y nunca nada se compara
a esos momentos de calma
de excitación, de ganas…
La sensualidad de tu mirada,
de tus ojos firmes que se clavan;
de mi boca gritando en silencio
poseída por el roce de tu aliento.
De la excitación que nos apresa
conteniendo el momento
de nuestras ansias.
Y no hay nada mejor que amarte,
mirarte, desearte, besarte…
Atrapada en esos instantes
que delatan el silencio cobarde.
Y sin palabras me tienes a tu alcance,
Tuya, sin más camino que amarte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario