Miro hacia atrás.
Siempre estuviste
inamovible,
como una puerta
abierta al destino.
Te observo callada,
insinuante,
en tentadora disidencia.
Garabatos en plenitud,
nobleza del papel,
disciplina
inabordable.
No sé escapar a tus gritos
ni a tus susurros.
Incapaz.
Tránsito de poder
que enciende el porvenir
expectante de palabras.
Emerges de improviso.
Incesante.
Digna gestación de la literatura,
réplica de un interrogante
incontenible.
Hambrienta de manos
que aprendan a vivir
en lo errático de sus versos,
incontestable.