Tenías tanto para darme
que no supiste como afrontar las carencias.
Faltó la sinceridad de tu abatimiento
columpiándose en tu mente,
porque considerabas el sufrimiento
solo tuyo.
Un regalo que no quisiste compartir.
Hace T I E M P O que te escucho,
aunque no hables, te sé.
“Solo puedo contigo”. Sí, te oí.
tu voz se escapó del silencio.
El miedo se apoderó de tu libertad,
querer hablar y no decir.
Habríamos afrontado la vida juntos.
No me dejaste
quería tenderte el alma
no me dejaste
me quedé a solas arañando la superficie
no me dejaste.
A M O R
Siempre
seremos la pareja perfecta
A M O R
Casi casi lo logramos
aunque haya sido a latidos, a caricias, a desvelos…
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