Por un momento
piensas: el olvido llega, está aquí, podré renacer otra vez sin su
perturbadora presencia. Mas te engañas. En medio del turbión de la memoria existe
el peso de los recuerdos condenados a permanecer. La libertad vive entumecida
en sombras. Un sábado muerde a otro, los lunes intentan arrancar la huida y
allí, cada semana, te maniatan y confinan. Solo tú sabes que fuiste alguien que
nunca has sido. Hoy esa parte intenta emerger con la sed que te va
matando.
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lunes, 4 de junio de 2018
El adiós
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