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sábado, 29 de octubre de 2016
Pasado
jueves, 27 de octubre de 2016
Alma zíngara (Abecedario)
Alegre
adivinadora.
Brillante
bailarina.
Carismática,
cálida.
Dulce danzarina,
étnica y espontánea
Frívola, fugaz
Graciosa y gitana
Heroína húngara
Inteligente e intuitiva
Jocosa y juerguista
Libidinosa, libre
Maravillosa mirada
nacida en la noche
Optimista y obstinada
pidiendo la paz
que quiere.
Reflexiva y razonable
solamente en silencio.
Tan taimada…
Única, universal.
Viajera valiente
Zíngara.
domingo, 23 de octubre de 2016
viernes, 21 de octubre de 2016
Eternamente bella
Dijo que esta vez no fallaría. Y no lo hizo.
Sin embargo, el precio que estaba pagando era demasiado alto. Ni un solo vestigio de alegría asomaba a su rostro. Pasaba los días sumido en el infierno de una condena autoimpuesta.
¿Por qué se engañaba a sí mismo, si sabía perfectamente dónde se escondía el motivo de su sonrisa?
Quizá porque también era la fuente de su desdicha.
Ya no se sentía capaz de distinguir lo bueno de lo malo. Aun así, un impulso le dictó lo que debía hacer.
Bajó al sótano, levantó las viejas tablas del suelo y comenzó a excavar con desesperación.
Al fin, una mano emergió entre la tierra, rígida, como si en su momento hubiera suplicado auxilio.
Poco a poco fue despejando el terreno hasta que apareció su rostro. Aún sin vida, seguía siendo eternamente bello.
La llevó en brazos a su alcoba y la sentó frente al tocador, donde solía cepillarse el cabello cada noche.
—Péinate, querida —le susurró—. Mientras, iré a arreglar el desaguisado del sótano.
Volvió a bajar las escaleras y trató de rellenar el hueco, echando la tierra en su sitio.
Pero entonces, otra mano asomó tímidamente entre la tierra removida.
Una mirada de odio se dibujó en su rostro.
—¡Maldito seas! —gritó—. Ahora ella es mía. Ni tú ni nadie podrá arrebatármela ya.
Colocó las tablas de nuevo y barrió un poco por encima, como si nada hubiese ocurrido.
—Enseguida subo, mi vida. Hoy estamos de celebración.
Cogió una botella de vino para la ocasión y subió rápidamente a su encuentro.
Se detuvo ante el espejo del tocador y, por primera vez en mucho tiempo, su mirada irradiaba felicidad.
Solo había un pequeño problema: ella seguía teniendo aquel rostro hermoso, pero impasible.
Bueno… ya se le ocurriría algo.
Aitana SánchezDerechos reservados
jueves, 20 de octubre de 2016
miércoles, 19 de octubre de 2016
HIPOCRESÍA DE AMOR
mi pasión y desenfreno.
No puedo obviarla,
sin querer me aferro.
tus caricias de infierno
me envuelven en locura,
transitan por mis miedos
arrastrándome al averno.
únicamente es deseo.
No voy a implorar perdón,
reincidiré en el lecho,
porque eso me da la vida
aunque no esté en el manual,
de lo que llamamos correcto.
y, si te hace sentir mejor,
finjamos que nos queremos.
martes, 18 de octubre de 2016
Tuya
Cuando frente a mi te tengo