De pie, ante el balanceo de mi ser,
discordante conmigo misma.
Frente a mi luz,
mi oscuridad.
Yo,
la sinrazón de momentos
desaliñados en mi formalidad.
Golpeo este amor,
me golpeo a mí.
Muero, resurjo una vez más
difusa e inadmisible
¡Cuánto tiempo buscándome
donde se crean los sueños!
Letras cosidas
en cada espacio de tiempo
donde tu habitaste.
Te miro,
desalojas la razón de mi piel;
nuestras ausencias se cruzan.
Necesito quedarme.
¿Por qué me voy?
Frente a mi luz,
mi oscuridad.
Yo,
la sinrazón de momentos
desaliñados en mi formalidad.
Golpeo este amor,
me golpeo a mí.
Muero, resurjo una vez más
difusa e inadmisible
¡Cuánto tiempo buscándome
donde se crean los sueños!
Letras cosidas
en cada espacio de tiempo
donde tu habitaste.
Te miro,
desalojas la razón de mi piel;
nuestras ausencias se cruzan.
Necesito quedarme.
¿Por qué me voy?
La fuerza de tu alma en letras.
ResponderEliminarTodo eso que nos inunda a los escritores y necesita salir. Por supuesto, en ello va el alma.¡Qué suerte tenemos!
Eliminar¿Emociones encontradas? Hay palabras que solo saben salir del alma, si no lo hacen se quedan enganchadas y pueden llegar a doler. Gracias por compartirlo.
ResponderEliminarEsa es la emoción de la poesía, la palabra rebelde que se niega a callar.
ResponderEliminarGracias a ti por leerme.